viernes, 20 de diciembre de 2013

¡Que el año 2014 realice todos tus más anhelados deseos!




Un invierno sin electricidad en los hogares.
Despensas vacías y rabia contenida
será la Nochebuena que visite
a millares y millares de familias.

¿Será ésta –porque a  mi me extraña_
lo que hemos dado en llamar la marca España?

Si en nuestra sociedad de hoy,
hubiera llegado al mundo el Niño Dios,
en el suburbio de la ciudad moderna
no habrían hecho fuego los pastores.

Ni sería posible que una estrella condujera
a los tres magos llegados del Oriente
porque la contaminación sañuda y fiera
ocultaría la estela luminosa del cometa.

En una mayor y más completa soledad,
ni  mula ni  buey o animal alguno
-salvo  perro abandonado o gato asilvestrado-
estarían en guardia y a su lado.

Todo el dinero dedicado a turrones,
bebidas y mariscos debiéramos gastarlo
en que algunos puedan vivirla sin angustia.
Debiéramos querer  que alguien sepa que nos duele

que la vida haya llegado a tratarle de tal modo.

¡Cuánto mejor sería que nuestros ayuntamientos
se dejaran de tantos fastos y luces de colores!
Por una vez siquiera, que las luces se  encendieran
en el corazón y en las miradas de nuestro prójimo.

Trabajo para salvar la dignidad de los hombres.
Fraternidad. Igualdad de oportunidades.
La paz que da el pan justamente repartido,
temblando en el portal, es lo que le pido al Niño.

Sin olvidar, tampoco,  el refrán:
“A Dios rogando y con el mazo dando”
Si queremos un mundo más justo y solidario,
tendremos que volver a conquistarlo.

A pesar de estas angustiosas reflexiones,
no quiero que cierres este mensaje
sin decirte que para ti son mis mejores deseos.

Que siempre sean contigo la luz, la dicha y el contento.

¡Que el año 2014  realice
todos tus más anhelados deseos!


Alcalá de Henares, 20 de Diciembre de 2013

  • Texto realizado por Franziska

Cuando digo que siempre sean contigo la luz, me refiero a la luz que se enciende en el alma y se lleva en la mente: algo que acompaña nuestra mirada, que alumbra el entendimiento, que nos ayuda a entender a los demás.





  






domingo, 1 de diciembre de 2013

Memorias





Memorias que no escribiré.
Memorias que ya he escrito
que se desprenden de un árbol
como las hojas marchitas.


Hay otras que nunca mueren
y, de vez en cuando, arriban
-con su tono verde claro-
a alegrarte el corazón.

Memorias pálidas, rotas:
soterradas en las cunetas del alma
que pacientemente aguardan
volver a la vida errática.


Mariposas de vida fugaz y hermosa,
se llaman inspiradoras.
Yo sé que son los fantasmas
que arrastran las cadenas
que hay en un corazón.

En mis memorias de ayer,
he condenado al olvido
aquello que deseó ser y no fue
y a todo lo no deseado
que siempre estuvo a mi lado.



Sin memoria nos perdemos.
¡Cuántas veces he querido
recrearme en el olvido!
Y pocas lo he conseguido.

Y ahora que está muy cerca
el final de mi camino,
quisiera que en la memoria
de los que marchen después

mi recuerdo fuera un nombre
solo de paz y armonía
una llamita de luz:
apenas como un candil 
pero sincera y sentida.

Alcalá de Henares, 1 de diciembre de 2013
Texto e imágenes realizadas por Franziska

Utopia

    Conjugáremos  los verbos sin futuro y ya no existirán condicionales ni conciertos, contratos ni otras causas que el presente c...