Como las
mariposas, busco la luz.
No quiero
tropezar con la noche.
Para
entonar mi canción, vivo el desierto.
¡Mi dolor
ha de escucharse
como si
gritara el viento!
Como las
mariposas
voy tras
mi encuentro con las flores.
Igual que
las flores, tiemblo.
Yo bien
quisiera que todo mi invierno
fuera una
eterna primavera.
La noche,
mala pécora,
engulle
los colores y adormece
los
pensamientos más audaces:
aquellos
que nos alegran
con un
futuro de esperanza.
Una
canción es un acto de fe.
Aún creemos
que pueden
comprendernos.
Sin
embargo, escuchar es comprometerse
y así, se
llega demasiado lejos.
Quisiera reencontrarme con el
abrazo,
el beso, la sonrisa, la mirada,
la voz y las caricias de mi madre.
Ella es la herida que sangra en mi
costado.
De ella tomé
la vida y soy su sangre.
De ella
recibí la dignidad de ser mujer.
Su
corazón valiente y decidido.
El amor y
su sentido de la vida.
Con
pocos “saberes” fue mi mejor maestra.
Aprender a vivir no es nada que se
enseñe.
Vivir no es solo cumplir años.
El reencuentro final ha de llegar.
Si merece la pena, será un hueco
que ha de dejar nuestro poso en
los demás.
Alcalá de Henares, 20 de julio de 2016
Texto e imagenes realizados por Franziska para el
JUEGO DE LA PALABRA DADA
PALABRA: REENCUENTRO
DADORA: VOLARELA (MaiteSR)
autora de blogs muy interesantes, escritora de exquisito
gusto poético, atenta a la música y a las bellas imágenes que ella misma crea
partiendo de fotografías. Es, por lo tanto, un placer pasar a visitarla.
http://vientodepaz.blogspot.com.es/